Más de 12, 500 personas se han opuesto a la instalación de una estatua del demonio en Segovia, España, por ser ofensiva para los cristianos.
La estatua se remonta a una antigua leyenda en la que el demonio ofreció a una joven construir un acueducto para hacer llegar el agua hasta su casa si ella le daba su alma. La leyenda cuenta que la joven se arrepintió en el último momento y no entregó su alma, mientras que el demonio ya había construido el acueducto, no puso la última piedra.
El pasado 23 de enero, a pesar de la oposición, el pasado 23 de enero, el ayuntamiento de Segovia instaló la estatua del diablo haciéndose un selfi junto al famoso acueducto romano de esta ciudad.
La estatua iba a titularse “Segodevs, aqvuaedvcti artifex”. La Asociación San Miguel y San Frutos, lanzó una petición en Change.org mostrando su oposición precisó que “el nombre dado a la estatua, en latín, tiene un sentido sugerido o evocado como ‘dios de Segovia’”. Al final se decidió nombrar como “Aqvedvcti artifex”.
Subrayan que la representación del diablo con un móvil en la mano, aunque sea de forma jocosa “resulta ofensiva para los católicos, porque supone una exaltación del mal, y utilizar el nombre de Dios, sobre lo que más repulsa produce a un católico, que es el diablo”.
“En el arte sagrado, la iconografía diabólica está inscrita en un marco doctrinal y ritual que garantiza su eficacia psicológica, moral y espiritual, en todos los casos citados la fisonomía diabólica es repulsiva y despreciable, no amable y seductora, como la del ‘diablo bonachón, sin maldad’ que ustedes han concebido”, aseguran en la petición de Change.
