Arcangel San Gabriel, oración para pedir un milagro (amor, salud, ser, madre, dinero, trabajo)

San Gabriel Arcángel, bendito ser de luz, gloriosísimo ángel de la paz y la esperanza, fiel y noble mensajero del Padre Eterno y dulce y tierno amparo de nosotros los hombres, hoy te invoco desde lo más profundo de mi ser para que acudas con tus Legiones de Ángeles en mi ayuda.

Por el poder que estas revestido te ruego hagas posible que se realice un milagro en mi vida y se alejen mis sufrimientos y penalidades, pues ya ves que paso por muy malos momentos y siento que mis fuerzas están a punto de desfallecer.

Arcángel san Gabriel, poder y fortaleza de Dios, tú que transitas por los cielos y la tierra extiende tus alas protectoras y dame el consuelo que busco.

Abrázame para que reciba calor y fortaleza y pueda seguir enfrentándome a mis padecimientos; dame tu paz bienhechora y purificadora
para que encuentre la tranquilidad que tanto busco y ansío.

Dulce Arcángel pleno de virtud y amor, con tu habitual bondad, con tu inmensa generosidad, llega hasta mí y dispénsame tus favores, haz llegar mi difícil petición ante el Altísimo:

(pedir con mucha fe el milagro que se desea recibir).
Tú que eres el portador de las buenas noticias y eres el protector de los hogares, haz que en breve vea solucionados mis problemas.

San Gabriel, Arcángel de la pureza, te amo y te bendigo por todo lo me das, y te doy las gracias por lo que significas para mí, no dejes de guiar los pasos que doy, guarda mis caminos y acompáñame en mi vida, que tu protección, patrocinio e intercesión me acompañen y nunca se alejen de mi
haz que sea una buena persona aún en los peores momentos, yo ……. te lo agradeceré eternamente y junto a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo y la Santísima Virgen María, que es reina tuya y mía, siempre te llevare en mi corazón.

Así sea. +

Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias. Hacer la oración y los rezos tres días seguidos.

Prender una vela blanca cada día. El primer día se le pone al Arcángel san Gabriel una flor blanca, y, cuando se marchite, se deja en el campo o en un lugar bonito.